miércoles, 16 de julio de 2014

Eterno resplandor de una mente sin recuerdos (Eternal Sunshine of the Spotless Mind)

Dirección: Michel Gondry / Guión: Charlie Kaufman / Año: 2004


De vez en cuando uno se llega a topar ante una historia bastante rara, que puede sea sencilla en su descripción, pero compleja en su narrativa. En la mayoría de las ocasiones el resultado es malo, ya que quiere aparentar ser demasiado inteligente, y como resultado demuestra todo lo contrario. Pero en ciertas ocasiones, una de esas historias llega a sobresalir, ya que la complejidad con la que narra su aventura es distinta y difícil de describir, pero conforme uno la está viendo siente que la hicieron con una gran sencillez.

En esta categoría entra Eterno Resplandor de una Mente sin Recuerdo. En donde conocemos a Joel Barish, un hombre común y corriente que un día tiene de novia a la estrafalaria Clementine y así de sencillo como la tuvo, un día se da cuenta que ella actúa como si no lo conociera. Eso le afecta de una manera sobrecogedora, ya que él creía que todo estaba bien, pero todo parece indicar que no fue así. Poco tiempo después descubre, que Clementine contrató los servicios de una empresa que se especializa en borrar a ciertas personas de la mente de alguien, para aparentar que nunca existieron y Joel, herido, decide hacer lo mismo con ella.

Así que en la noche del tratamiento, y dentro de sus recuerdos, Joel se arrepiente y decide tratar de proteger tantos recuerdos con Clementine pueda, cosa que no va a ser fácil. Esta historia se cuenta a la par que la de los encargados por hacer el tratamiento, quienes utilizan ese momento de trabajo para liberar sus tenciones y disfrutar de la noche.

Como ya lo mencioné, Eterno Resplandor, es una película difícil de explicar en la forma que está narrada, pero se disfruta con una sencillez sorprenden. Charlie Kaufman, logró sumergirnos en éste mundo fantástico, pero que a la vez es tan común de las relaciones en pareja, en donde uno desea olvidar por completo a alguien, pero eso equivale a olvidar también las cosas buenas.

Los tres factores primordiales para disfrutar esta historia, a mi ver, fue el guión de Kaufman y las actuaciones de Winslet y Carrey. Ya que entre los tres, logran dotar de un realismo y vida a esos personajes, que genuinamente deseamos que el procedimiento falle. Para que puedan estar juntos.


Algo que me divirtió mucho, fue el personaje de Clementine pero dentro de los recuerdos de Joel, ya que es una mujer tranquila y alocada, que sabe cuál es su posible futuro, pero no se acompleja por ello. Desea ayudar a Joel a salvarla, pero en ningún momento es una mártir ni sufre. En contrapunto de la Clementine que conocemos en la realidad. 

Yo creo que para estos momentos, todos han visto esta película, y si no lo han hecho, deberán cerrar este blog y correr a verla. Son de esas películas atemporales, que se necesitan ver, sin dudar. Ya sea por curiosidad, amor al cine o simplemente como conocimiento general.

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