Dirección: Julio Bracho & Jorge Luquín / Guión: Julio
Bracho, Catalina María Irwin, Monobloc, Alfonso Ochoa, Gibrán Portela &
Mateo Sanabria / Año: 2010
La verdad la industria del cine es algo muy raro en este
país, México, no sé si en todos los demás lo sea, pero sólo puedo hablar de la
que vivo e interactúo. Aquí todos en la industria critican el cine
"comercial", y tratan a toda costa de alejarse de la fórmula
americana. Lo que en lo personal es un arma de doble filo, que casi siempre
termina matando al portador, pero en algunas ocasiones hay personas que se
aventuran a hacer una película para divertir y llega a resultar algo por encima
de lo promedio.
La historia es de Roger, un corredor de Nascar, quien su
sueño siempre ha sido el correr en el extranjero y se le da la oportunidad de
acercarse a este sueño, el problema viene en relación a las decisiones que debe
de tomar y cómo esto va a afectar su vida, ya sea tanto para bien como para
mal.
¿Qué me pareció la película? La verdad, me gustó mucho, me
hizo recordar aquellos ayeres, cuando de niño me sentaba los fines de semana a
ver todo el día películas de este estilo en la televisión, me emocionó con las
carreras, me entristeció en cierto momento, que no voy a mencionar aquí, pero
cuando la vean lo sabrán. Los personajes están bien hecho y funcionan para su
cometido. Pero lo mejor de todo es tanto la edición como la música, Antonio
Tranquilino se lleva las palmas por la genial banda sonora que creó para esta
película, que funciona a la perfección en todo momento.
Puntos malos, si los tiene y son dos; el primero es que es
una película predecible, y esto puede jugar mucho en su contra, ya que salvo
por algunas situaciones no hay mucha sorpresa en el desarrollo de los eventos.
Esto se desencadena el otro problema, que es una trama ya vista una y mil veces
dentro del cine, el underdog comienza a levantarse de entre las sombras hasta
sobresalir, y al final haber aprendido una lección de vida o tal vez dos.
Otra queja que tengo, es la conclusión de la misma, ya que
el protagonista no cumple sus acciones para llegar al final, sino que todo se
desencadena por las acciones de los demás y Roger, es el que sufre ante esto.
Esta ha sido de esas pocas y muy contadas películas de cine
mexicano actual que puedo decir que genuinamente me gustaron y vería en más de
una ocasión. Ya que aquí Julio Bracho y Jorge Luquín cumplen con el cometido
que muchos tienen olvidados con una película, el entretener al público y que no
todas las historias son sólo para retratar una visión de la sociedad actual.
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