domingo, 4 de mayo de 2014

Daenseo-ui sunjeong (Pasos Inocentes)

Dirección: Young-hoon Park / Guión: Gye-ok Park & Young-hoon Park / Año: 2005


Un subgénero que me gusta mucho en el cine es el de baile, me encanta ver las coreografías que tienen, los vestuarios y todo lo relacionado a ese entretenimiento, incluyendo en muchos casos las escenas imposibles de hacerlas en a la realidad. Y con mi familia compartimos ese gusto, mi papá era maestro de baile. Así que el otro día, nos sentamos todos juntos a ver algo nuevo, por lo menos para nosotros. Una película de baile de salón pero coreana.

Primero nos presentan a Yeong Sae, una joven promesa del baile de salón, quien es atacado por sus rivales en un torneo y le lastiman una rodilla, por lo cual queda fuera de la competencia. Tiempo después, si pareja de baile lo abandonó por uno de los rivales que lo lastimó, su rodilla sigue mal y ya no le interesa el baile, pero el dinero siempre se necesita. Así que un día, un amigo le dice que va a llegar una chica coreana que vive en China y  es campeona de baile, que ella necesita un esposo para adoptar la ciudadanía y así ambos podrían entrar a una nueva competencia. Yeong acepta y va a recoger a la chica al aeropuerto.

Ahí conoce a Jang Chae-rin e inmediatamente van a casarse. Poco después Yeong descubre que ella no es la gran bailarina que esperaba, sino la hermana menor de esta y que no tiene conocimientos de baile. Tras varios problemas, ella demuestra que a pesar de no saber bailar, tiene toda la capacidad para aprender y desea ayudarlo a ganar la competencia. Mientras pasa esto tienen que fingir que son en realidad marido y mujer, ya que están siendo vigilados por la oficina de inmigración. Y para la mala suerte de Yeong, su gran rival a puesto su mirada de Jang y la quiere como pareja de baile, cueste lo que cueste.

Fue un tanto extraño ver ésta película, ya que la forma de baile y todos lo que conozco fue demasiado occidentalizado. Pero una vez que te acostumbras a ello, te entretiene bastante con la película. Eso si, te tienen que gustar las comedias románticas orientales, ya que tiene muchas escenas cómicas que se podrían considerar infantiles, pero es parte del encanto del cine en esa región. La química entre ambos bailarines es bastante buena y en realidad logran hacer que te guste verlos juntos. A la mitad de la película, cuando viene una escena de pelea (no entre ellos), es dónde viene el cambio más notable en cuanto a la historia, ya que ahora si creemos que está difícil y ambos lleguen a la competencia. Y el final, aunque predecible, el cómo llegan a él es algo bastante bueno y un poco diferente a la norma.

Esta película no es la octava maravilla, pero cumple su cometido. Te hace reír en las escenas cómicas, entristecer en las trágicas y no decepcionan para nada las coreografías. 


En lo personal Geun-Young Moon se lleva la película, ya que interpreta a una niña que ha llegado al mundo real y no sabe cómo seguir, pero para nada demuestra que quiera seguir siendo niña, afronta la situación. 

Así que si te gustan las películas de bailes y/o las comedias románticas, esta en una buena película para ver un domingo y pasar un rato agradable.

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