Dirección: Michel Gondry / Guión: Charlie Kaufman / Año:
2004
De vez en cuando uno se llega a topar ante una historia
bastante rara, que puede sea sencilla en su descripción, pero compleja en su
narrativa. En la mayoría de las ocasiones el resultado es malo, ya que quiere
aparentar ser demasiado inteligente, y como resultado demuestra todo lo
contrario. Pero en ciertas ocasiones, una de esas historias llega a sobresalir,
ya que la complejidad con la que narra su aventura es distinta y difícil de
describir, pero conforme uno la está viendo siente que la hicieron con una gran
sencillez.
En esta categoría entra Eterno Resplandor de una Mente sin
Recuerdo. En donde conocemos a Joel Barish, un hombre común y corriente que un
día tiene de novia a la estrafalaria Clementine y así de sencillo como la tuvo,
un día se da cuenta que ella actúa como si no lo conociera. Eso le afecta de
una manera sobrecogedora, ya que él creía que todo estaba bien, pero todo
parece indicar que no fue así. Poco tiempo después descubre, que Clementine
contrató los servicios de una empresa que se especializa en borrar a ciertas
personas de la mente de alguien, para aparentar que nunca existieron y Joel,
herido, decide hacer lo mismo con ella.
Así que en la noche del tratamiento, y dentro de sus
recuerdos, Joel se arrepiente y decide tratar de proteger tantos recuerdos con
Clementine pueda, cosa que no va a ser fácil. Esta historia se cuenta a la par
que la de los encargados por hacer el tratamiento, quienes utilizan ese momento
de trabajo para liberar sus tenciones y disfrutar de la noche.
Como ya lo mencioné, Eterno Resplandor, es una película
difícil de explicar en la forma que está narrada, pero se disfruta con una
sencillez sorprenden. Charlie Kaufman, logró sumergirnos en éste mundo fantástico,
pero que a la vez es tan común de las relaciones en pareja, en donde uno desea
olvidar por completo a alguien, pero eso equivale a olvidar también las cosas
buenas.
Los tres factores primordiales para disfrutar esta historia,
a mi ver, fue el guión de Kaufman y las actuaciones de Winslet y Carrey. Ya que
entre los tres, logran dotar de un realismo y vida a esos personajes, que
genuinamente deseamos que el procedimiento falle. Para que puedan estar juntos.
Algo que me divirtió mucho, fue el personaje de Clementine
pero dentro de los recuerdos de Joel, ya que es una mujer tranquila y alocada,
que sabe cuál es su posible futuro, pero no se acompleja por ello. Desea ayudar
a Joel a salvarla, pero en ningún momento es una mártir ni sufre. En contrapunto
de la Clementine que conocemos en la realidad.
Yo creo que para estos momentos, todos han visto esta
película, y si no lo han hecho, deberán cerrar este blog y correr a verla. Son
de esas películas atemporales, que se necesitan ver, sin dudar. Ya sea por curiosidad,
amor al cine o simplemente como conocimiento general.
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