Dirección: Stanley Kubrick / Guión: Stanley Kubrick/ Año:
1971
Siempre el hablar sobre una película, o cualquier producto,
creado por uno de los grandes en su medio y más siendo ya todo un clásico, es
un tanto difícil. Por diversos motivos, para empezar ¿qué se puede decir que no
se haya dicho ya? También si uno alaba el producto, es muy posible que sea
condescendiente a lo ya establecido y definido, pero por el otro lado, si uno
dice algo en contra, no se podría ser más blasfemo. Así que al final de cuentas,
no me queda meas que hablar de mi opinión personal, esperando no ser linchado
por ello.
En ésta ocasión seguiremos los paso de Alex, un joven afín
con el caos y la ultraviolencia. Le hace daño a quien desea, sólo por el gusto
de hacerlo. No tiene remordimientos ni concepción del futuro, vive el ahora
como le gusta. Es acompañado por tres amigos con el mismo interés y entre los
cuatro hacen sufrir al que se le pare enfrente o llame su atención; violan,
matan y roban por igual. Un día, Alex, es traicionado por sus compañeros de
fechorías y termina en la cárcel, donde años después recibe un tratamiento
novedoso, que suprime la violencia por completo y de ahí será reintegrado a la
sociedad, como un sujeto de bien. Pero la sociedad no olvida.
Esta película es una clásico del cine tanto por la forma de
dirección de Kubrick, siempre maravillosa, así como por lo agresiva y
perturbadora que fue en su tiempo. Cuando salió ésta película en cine, faltaban
trece años para que yo naciera, así que cuando la vi por primera vez, fácil
habían pasado veinte años, y luego varios más para que la viera con
entendimiento, y pues es importante aclarar que la violencia retratada en el
cine había cambiado muchísimo en más de dos décadas. Hace unos días la volví a
ver; y algo que desde la primera que la vi me llamó la atención fue que siempre
la sentí como una comedia, no algo dramático ni trágico. Los personajes
hablaban de una forma extraña, bailaban mientras agredían, Alex imitando a su
carcelero, la vestimenta de algunos personajes (la mamá, Julian). Y cuando era
niño no lo sabía, pero al final de cuentas, la historia (libro) es una sátira
social hacia la percepción de la violencia, la moral, doblemoral, psiquiatría.
<Alerta de Spoiler>
Al final de cuentas, la sociedad de repudia los actos
violentos de Alex, es la misma sociedad que, una vez él ha dejado el mal, lo
repudia y agrede por sus actos del pasado. Volviéndose igual de violenta, por
ejemplo al provocar el intento de suicidio, con tal de obtener lo que se desea,
y la venganza en éste caso no es el fin, simplemente algo colateral.
<Fin de Spoiler>
Una queja que le tengo al film, es el hecho de que muchas
cosas no quedan debidamente claras. En parte por la falta del capítulo 21 del
libro, y en otra parte simplemente quedan abiertas al por que sí. Por ejemplo
nunca se entiende el significado del listón rojo en el brazo; el objetivo real
del escritor, y algunos otros detalles que en el libro se explican con mayor
claridad. Pero pues al final de cuentas son detalles menores, que no afectan el
resultado final.
Esta es una de esas películas, que todo el mundo debe de ver
una vez en su vida. Tanto por los elementos de la historia, así como por la
habilidad narrativa de Stanley Kubrick; así como su ojo para esos encuadres que
son simplemente hermosos. Quien por más de una razón es una de las vacas sagradas
del mundo del cine.
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