Estudio: SCE Japan Studio / Plataforma: PS3 / Año: 2013
Cada cierto tiempo, algún estudio crea un juego que su
estilo visual es único y atrapa al jugador desde el primer momento, y Puppeteer
es uno de estos juegos.
La historia trata sobre la Diosa Lunar, que ha sido
secuestrada por el Rey Oso Lunar y robado los fragmentos de la luna, para
dominar la Luna y todo lo demás. Un día un niño, Kutaru, secuestrado y que
literalmente pierde la cabeza, es convocado por una hechicera para que logre
encontrar las tijeras Calibur y con ello lugre derrotar al gran oso de la luna.
Y sí, dije tijeras.
Bien, la magia de éste juego radica en su dirección
artística, ya que TODO se desarrolla como si estuviéramos viendo una obra de
teatro con marionetas gigantes, un gran elenco y un sin fin de errores de
producción. Desde el primer momento conocemos al narrador que nos cuenta la
historia que estamos a punto de ver, nos presenta a los protagonistas e incluso
nos dice uno que otro detalle jocoson.
La mecánica del juego es de plataforma, en dónde con cada
nivel iremos aprendiendo nuevas habilidades, comenzamos sólo pudiendo saltar y
agacharte y terminamos con un garfio, lanzando bombas y otras cosas por ahí.
Otro elemento, el más distintivo, para avanzar en la trama
es que nuestro héroe ha perdido la cabeza, y mientras estamos en la misión de
encontrarla, tendremos cabezas sustitutas que nos funcionarán como vidas y
habilidades únicas. Cada cabeza cuenta con un poder y/o habilidad disponible,
pero al contrario de lo que se podría pensar, éstas no nos ayudarán en el
combate, sino a activar misiones secretas, pasajes ocultos o por otro lado, a
atravesar de la forma más sencilla áreas que nos harían perder la cabeza... o
hasta las tres. Y esto nos agrega un poco de estrategia, ya que tendremos que
decidir qué cabeza perder para obtener una más funcional para la misión.
Hay muchos elementos que crean la magia del universo
Puppeteer, Como ya les mencione estamos viendo una obra de teatro, por lo que
los comentarios de los espectadores no se harán esperar ante lo divertido o
temeroso de los acontecimientos. En algunas ocasiones, inspeccionando el lugar,
dejaremos al descubierto los engranajes de las maquinarias, o a las personas
que mueven todo, y es muy divertido estar buscando éstos elementos tanto para
obtener puntos o simplemente por curiosidad. También el diseño de todo, la
escenografías, los vestuarios, la utilería; tiene un estilo único que en más de
una ocasión dejaba de moverme sólo para ver a detalle los niveles.
Y ahí viene un detalle, que no es error, pero sí se me hizo
muy molesto. La acción, en algunos niveles, es tan rápida que no se pueden ver
los elementos y en algunas ocasiones pierdes una de las cabezas por ello. Otro
punto flaco del juego sería la dificultad, esto se debe a que realmente no es
un juego difícil, la mayoría de las veces uno perderá una cabeza debido a lo
desconocido del nivel, pero no necesariamente por su dificultad, y la facilidad
de conseguir vidas extras lo vuelve muy fácil, al finalizar el juego yo terminé
con 89 vidas extras. Pero la diversión es tanta, que esto pasa a ser un detalle
menor.
Algo que todo videojuego, y más si no es indie, debe de
tener en cuenta en estos días es la rejugabilidad. Ya que al ser un medio de
entretenimiento más bien caro, no es grato que un juego tenga poca duración y
nula necesidad de volverlo a jugar. Y aquí Puppeteer nos da todo lo necesario.
Al menos deberemos jugar el juego en dos ocasiones para poder descubrir todos
los secretos y conseguir todas las cabezas regadas por los niveles. Y la
verdad, es muy divertido hacer esto.
Puppeteer no es una obra maestra, pero la verdad es una
hermosa experiencia que todos deberíamos de probar por lo menos una vez. La
plantilla de personajes, escenarios y situaciones es altamente recomendada. Así
que todo el que tenga un PS3, córrele a comprarlo/rentarlo, no los
decepcionará, a menos que lo que les guste sea solo meter goles o disparar a
cuanta cosa se mueva, en ese caso no creo que el juego sea para ustedes.
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